sábado, 30 de agosto de 2008

Limosnerito

Millones de mexicanos sufren marginación,
La pobreza obliga la migración,
Hambre y enfermedades abaten la población,
Y la ignorancia empeora la situación.

El campo sigue abandonado,
El indígena sigue olvidado,
De su terruño es arrancado,
Y errante es explotado.

A vivir miserablemente son obligados,
En los campos son mal pagados,
En los peores trabajos son empleados,
Y, aunque libres, parecen esclavizados.

Deambulan por el país desubicados,
Muchas veces desempleados,
Por los otros sectores discriminados,
Como parias andrajosos son apartados.

Su inhumana condición,
Con los abusos tiene relación,
Con la falta de oportunidades y educación,
Y hasta con el neoliberalismo que ora por su desaparición.

Su cultura no es conocida,
Y menos por nosotros comprendida,
Si pudiera ser compartida,
México contaría con otra salida.

Drogadicción y alcoholismo nos aniquilan,
Salud y vidas estamos perdiendo,
Niños y jóvenes se suicidan,
Y los giros negros están creciendo.

Todos los grupos sociales son vulnerables,
Especialmente los más necesitados,
Los marginados viven en condiciones miserables,
Siendo los niños los más afectados.

Así tenemos niños pordioseros,
Sobreviviendo prácticamente de la caridad,
Otros convertidos en asaltantes callejeros,
Producto de tanta iniquidad.

Los derechos sociales no se pueden ignorar,
A nadie se debe marginar,
A todo humano casa, vestido,
sustento, educación y salud se le deben asegurar.

Porque ante la injusticia,
una bomba de tiempo nos puede explotar.

J. Jesús Huerta Aréchiga
El Corcovado, Autlán de Navarro, Jalisco
11 de marzo de 2007

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